El alcalde de Los Alcázares, Anastasio Bastida, clausuró este sábado la XLIV Semana Internacional de la Huerta y el Mar, la más larga de todas las ediciones cuantas se han celebrado.
La última velada de un festival que durante su celebración convierte al municipio en la capital mundial del folclore, comenzaba a las 22:30 horas con una muestra internacional en la que se homenajeo al folclore de las regiones de España.
En esta muestra participó el grupo de Coros y Danzas de Murcia, de la Asociación Regional " Fco.Salzillo" y la Asociación Cultural " Manavai Rapanui" de Isla de Pascua.
Tras ellos, el Ballet Folclórico de Madrid, hacia presencia el escenario del Auditorio del Parque de las Peñas Huertanas para presentar el espectáculo "España Baila", una recopilación de danzas de toda la geografía española, en la que se muestra la riqueza de nuestra tradición con la Jota de Esparragosa, la Rondeña de Orellana de Extremadura, la Jota Marinera de Islas Baleares, las Malagueñas de Canarias, la Nana de Aragón, la Danza de los Peregrinos de Galicia o los Fandangos de Huelva entre otras muchas regiones.
Una vez finalizada su actuación, el alcalde de Los Alcázares, Anastasio Bastida Gómez, pronunció su discurso de clausura que estuvo marcado por las palabras que el primer edil le dedicó a su Hijo Adoptivo, Jose Sazatornil, provocaron el caluroso aplauso del público asistente.
Bastida acabó su discurso con un extracto del pregón que el actor catalán pronuncio en ese mismo escenario en 1997 cuando pregonó la Semana Internacional de la Huerta y el Mar:
"imagino que ustedes, al igual que yo, han paseado infinidad de veces por el Parque de las Peñas Huertanas y les ha bailado el cuerpo y les ha vibrado el alma de sentir tan cerca y en tan poco espacio tanta vida, tanto arte y tanta tradición.
Pero…¿Acaso no es ya en si un privilegio para esta tierra verde de huerta tener un mar dentro de ella? Y, no es cierto que este mar, para serlo necesita de este paisaje y de su luz?
Que hermoso emblema forman los dos juntos, el mar y su tierra, el mar y la huerta que aquí, en Los Alcázares, encuentran el sentido de su existencia y la ventana por la que asomarse al mundo"